Hace unos cuantos domingos y de forma espontánea decidimos ir a almorzar al centro de Asunción. Por supuesto que no imaginábamos la hermosa e inesperada siesta que allí nos esperaba.
Empezamos la jornada comiendo en el tradicional LIDO BAR un lugar tan típico y pintoresco de nuestra ciudad. Disfrutamos de una comida riquísima y nos entretuvimos con la manera peculiar que tienen las mozas de elevar su pedido a la cocina. Para los niños todo fue tan novedoso que se divirtieron un monton.
Al salir de ahí vimos en la vereda de enfrente un tradicional Karumbé, tras acordar el monto que abonaríamos por el paseo con quien sería nuestro anfitrión y guía turístico esa tarde, empezamos nuestra pequeña travesía por el casco histórico de la ciudad.
La primera parada fue el Cabildo. Grata fue nuestra sorpresa cuando nos enteramos que el museo estaba abierto. Entramos y recorrimos todas las areas. Disfrutamos de la vista de esa parte de la ciudad, mientras nuestro elegante carruaje nos esperaba en la puerta.
El paseo siguió continuó por la parte delantera del Congreso, luego subimos por la calle Paraguayo Independiente para ver la fachada del Palacio de López.
La siguiente parada fue La Casa Viola, uno de mis sitios favoritos de la ciudad. Ahí también pudimos visitar todas las instalaciones. Me parece importante destacar este puntoo ya que no era costumbre en nuestro país que los museos y lugares relacionados con la cultura estén abiertos los domingos.
Todo el recorrido duró aproximádamente unos 40 minutos, tiempo en el cual refrescamos la memoria con lugares que habitualmente pasamos pero no miramos. Si están por el centro los sábados y domingos les recomiendo hacer el paseo en el Karumbé.
En síntesis fue hermoso haber podido vivir una tarde COMO TURISTA EN MI CIUDAD.
VD.