Ya
que hoy nos vuelve a visitar una de las mas grandes figuras del ballet clásico,
JULIO BOCCA, ya no en su rol de bailarín sino como Director de una de las
compañías de ballet mas prestigiosas de Latinoamérica, el Ballet de Sodre, se
me ocurrió compartir con ustedes un escrito en el que plasmé mi experiencia el
día que me tocó trabajar detrás del telón cuando en el 2005 se presentó con su
compañía “El Ballet Argentino” en el teatro Lírico del Banco Central.
Para
lo que no saben durante toda mi niñez y mi adolescencia el ballet ocupó un
lugar muy importante en mi vida, tanto que me llegué a recibir de Prof.
Superior en Danza Clásica, así que JULIO BOCCA fue una persona a la cual admiro
y admiraré siempre no solo por su carrera como bailarín, sino por su legado y
por la forma en que planteó su trabajo.
Dedico
ésta entrada a Arturo, mis hermanas Paty Jessi y a mis amigas Paty y Marijo quienes
vivieron conmigo esta experiencia y otras tantas mas.
Ahora
sí les dejo con lo que escribí el día en que lo conocí personalmente:
UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
Como
describir todo lo que sentí?
Sencillamente
fue una experiencia inolvidable, tanto que hasta a veces me parece irreal.
En
realidad creo que nadie puede entender lo que sentí y lo que siento después de
ese día maravilloso, por eso decidí escribir estas líneas para expresar todo lo
que hay dentro mío:
Para
empezar podría decir que fueron una mezcla de sentimientos encontrados:
tensión, angustia, esperanza, ansiedad y sobre todo mucha, pero mucha emoción.
Tras
años de leer sus historias, observar minuciosamente cada foto suya y ver una y
otra vez sus videos, al fin llegaba el momento de verlo cerca, de poder vivir
un poquito aquello que forma parte de su vida.
Cuando
al fin lo tuve frente mío no pude mirarlo a los ojos, era tanta la admiración
que sentía que ni siquiera pude emitir frase alguna. Tantas preguntas por hacer,
tantos recuerdos que guardé durante mas de diez años y que no pudieron salir.
Así
transcurrieron las horas en las que no podía despegar mi mirada de su persona,
tan profesional, tan atento a todo que hasta parecía que su alma abarcaba toda
esa sala, llena de espectadores que solo esperaban que haga una pirueta para
alegrar sus ojos.
Salió
al escenario y bailó deslumbrando a todos, con su porte impecable y su
presencia inconfundible.
Nos
brindó un show espléndido, sin nada que desechar, IMPECABLE, como de costumbre.
Luego
del espectáculo nos regaló la oportunidad de conocer un poco mas de él como
hombre común que sin tapujos, ni armazones compartió con todos nosotros una
velada espléndida.
Pude
sentir el agotamiento en sus ojos, el paso de los años, las lesiones en su
cuerpo y su enorme deseo de culminar su carrera.
Cuando
llegó el momento de despedirnos, sentí que tampoco el pudo expresarme todo lo
que sentía, pero con ese GRACIAS que emitió y el tímido abrazo que me brindó fue
suficiente para saber que logré trasmitirle un poco de todo lo que él significa
para mí.
Muchas
veces hago un alto en el día a día y pienso: “Será D-os mío que vale la pena
tanto esfuerzo y sacrificio, relegando horas de descanso y privándome de
algunos placeres por ser mejor?,” . Ahora siento que la respuesta es SI.
Siento
que la vida me premió, por todo ese esfuerzo, me dió la posibilidad de vivir
algo que siempre quedará grabado en mi memoria y lo podré revivir cada vez que
cierre los ojos y recuerde aquel hermoso 24 de setiembre del 2005.-
V.
D.-